En la sucursal central del "Motown Bank" en Madrid...
Un carro de la limpieza mantiene abierta la puerta que da acceso al área restringida de las caja. En la cola de una de las cajas un hombre en silla de ruedas gira y se sitúa entre su fila y la de al lado, toma la bolsa de deporte que cuelga a su espalda, saca una máscara de gas y al mismo tiempo suelta una granada de humo; saca una UZI y la deja reposar en sus rodillas.
En el cuarto de control de cámaras y paneles eléctricos una limpiadora desactiva la alarma contra incendios y observa en las pantallas, cómo se llena de humo la sucursal.
MINUSVÁLIDO: Como habrán podido observar, efectivamente, no se trata de una simulación, ni de una broma pesada, se trata exactamente de un asalto a un banco, así que hagan el favor de no importunar y nadie lamentará haberse despertado hoy.
Se acerca hacia la puerta que sostiene abierta el carrito y frente a él se abre una puerta por la que aparece la limpiadora, se miran, de repente, la limpiadora se asusta, coge un bote de cristal del carro y se lo lanza con fuerza al contable, se rompe al impactar en su sien, queda noqueado y su mano inerte junto al botón de alarma.
MINUSVÁLIDO: Gracias, nena, había olvidado lo rápida que eras
LIMPIADORA: Déjate de discursitos y estáte más atento. Que todo el mundo permanezca petrificado, sí, como las putas estatuas del Vesubio.
MINUSVÁLIDO: Pero si aquello eran personas...
LIMPIADORA: Que se quedaron como estatuas! (hace un gesto hacia el director de la sucursal) Caballero, ¿podría abrirme la cámara?
DIRECTOR: No puedo, han de ser dos llaves simultáneas, cada una con una contraseña y el otro código le correspondía a ése contable (señala al hombre inconsciente)
MINUSVÁLIDO: Ya, y usted no lo puede averiguar ¿verdad?
DIRECTOR: No estoy autorizado.
De la fila sale un espontáneo corpulento que se abalanza por detrás del minusválido y súbitamente, una ciega de la fila, le parte su bastón en la nuca
MINUSVÁLIDO: Me cago en la puta! (girándose)
CIEGA: Subnormal! ¿Quieres darte prisa? Vamos a lo que vamos, joder!
MINUSVÁLIDO: Hostia, puta! ¿Has visto? Una ciega que recobra la visión! ¿Quieres ver otro milagro más? (le asesta un rodillazo en los huevos conforme se levanta de la silla) Dame la puta combinación!
El director boqueando en el suelo, se tantea la chaqueta y saca una pluma, se le escurre de los dedos, la coge y hace como que va a escribir algo en un papel del suelo. El minusválido se agacha hacia él y el director de repente le intenta clavar la pluma en el ojo, al moverse esquivándola la pluma se le clava en la mejilla.
MINUSVÁLIDO: Ahhhhhh! Hijoputa!
El director ríe con dificultad en el suelo y la ciega da un salto cayendo directamente sobre el brazo estirado en oblicuo del director. Se oye crujir de huesos.
DIRECTOR: Ahhhhhh! Zorra!
La ciega se acerca al director que llora intentando mover su brazo. Se agacha junto a él y lo mira fijamente con sus ojos bicolor.
CIEGA: ¿Cómo se puede ser tan imbécil?
DIRECTOR: ¿Imbécil? ¿Pero es que no sabéis a quién le estáis robando?
La limpiadora se abalanza sobre una rubia sentada en una mesa, la coge por el cuello y sujeta su cabeza en el borde de la mesa.
LIMPIADORA: Sí. A su puta madre! Y además, de verdad, así que, o abres la cámara, o le abro el cuello.
Se abre la puerta de la calle y tranquilamente entra un segurata silbando.
SEGURATA: En cuatro minutos nos vamos, familia, el taxi está en la puerta. ( y señala hacia el furgón blindado de seguridad)
3.02.2010
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