
Prefacio: Hay una grandísima serie, de pequeñísimo presupuesto, que lleva casi 15 meses de vida en Intenné, se trata de Malviviendo (by Diffferent) y esta semana por aclamación popular, van a visitar el programa de Buenafuente.
Hace 14 meses que la descubrí, y probablemente, su primer episodio lo habré visto veintipico veces, por cada ocasión en la que he introducido a un nuevo ser humano al universo de los Banderilleros (enclave sevillano donde transcurre la acción). A falta de un capítulo para concluir su primera temporada, me dispongo a transcribir el monólogo más largo que he presenciado hasta el momento (1x09 - Cicatrices). Se trata de una perorata de Juan "El Esparto" en presencia de Jesús "El Negro", a quien le hace entrega de una reliquia cannábica. Imagínenlos con un tupido follaje verde marihuanero a sus espaldas, en una puesta de sol, sentados, fumando:
"Esto es de la época en que yo estuve en el Tíbet, tú sabes que yo conocí allí a los monjes druidas, que viven en la montaña y que son los que controlan las fuerzas de la Tierra, de verdad, la energía del universo desde allá arriba. Allí estaba mi primer maestro, el auténtico, el que más me ha enseñado, Pongol I.
Él me habló de Olaia, la hierba sagrada de la tierra de Jhamba. Jhamba. Olaia de Jhamba. Esta hierba crece en unos parajes que son imposibles de alcanzar, sólo hay cuatro monjes que están autorizados sagradamente a subir a la montaña. Y, claro, esa hierba la tenía que conseguir. Y por eso, me mimeticé allí con las plantas, con el entorno. Era mitad roca, mitad viento, mitad aire; y aprendí mucho, medité, estudié, escuché al mundo.
Y al final tuve que sacar el máximo de destreza, inteligencia, sabiduría... saqué dos patas que no veas pa´correr ladera abajo con el bolsón de hierba, que venía el monje detrás que me quería matar. Y todavía me queda un poquito. Yo te lo doy para cuando tú estés mal, pensando en algo raro, para cuando necesites una respuesta del mundo. Entonces, úsala. Pero no vayas a ponerte a fumar ahora cuando llegues a casa. No, no. Esta marihuana es dura, dura, dura.
Esto es como chuparle a Buda el escroto. Pero no a una figurita de souvenir de Buda. No, no. Sino al enorme Buda de la montaña, con unos huevos asín de grandes (gestos de entorno a medio metro de diámetro), ése es el Buda al que le chupas el escroto. Así que ten cuidado con ella, y haz buen uso"
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