1.04.2010

Blindness


Afectado, conmovido y asustado a un tiempo



Sobre todo, entusiasmado, aunque parezca contradictorio respecto a lo anterior...porque después de ver "Blindness" de Fernando Meirelles, he sentido, de nuevo, cómo te puede sobrecoger una película, cómo te puede emocionar, cómo puede sacudirte por dentro, cómo puede hacer que veas (nunca mejor dicho) las cosas de otro modo...



Tengo un amigo que es ciego, ciego desde que nació... durante varios años he sido su lazarillo en el entorno de nuestra universidad, él se cogía a mi hombro y me seguía arriba y abajo, recuerdo cómo le advertía de obstáculos y posibles puntos de tropiezo. Recuerdo cómo le describía las tías que más buenas estaban de la plaza del CEU, recuerdo cómo le narraba las imágenes de algunas películas y vídeos que nos ponían en clase, recuerdo cómo nos fuimos juntos al Muvim y le conté todo lo que nos íbamos encontrando en las diversas exposiciones... Sé que he sido sus ojos en infinidad de ocasiones, y sé que gracias a él, veo de otra manera, a los que no ven.


Cierro los ojos y me viene a la memoria cómo se quedaba cabizbajo o cómo elevaba la vista hacia el cielo cuando estaba quieto, meditando, pensando en sus movidas...


...es curioso, porque los no-ciegos nos quedamos en idénticas posturas cuando nos cubrimos los ojos y nos disponemos, por ejemplo, a hacer una dinámica como si fuéramos invidentes. Bueno, quizá seamos invidentes a otros niveles y no somos capaces de verlo.


Durante el visionado de la película no he dejado de pensar en mi colega Nando, en caso de que ahora mismo, tuviera lugar una epidemia de ceguera, él y todo sus colegas de la Once, serían los putos reyes del mambo, se invertiría el proceso de discriminación hacia los discapacitados visuales, porque de ellos, los ciegos, sería el reino terrenal...


Serían los únicos capacitados para hacer frente al impacto de una ceguera generalizada, serían, los tuertos del proverbio, en el país de los ciegos...


Y me alegro de que Nando sea mi colega, entre otras muchas cosas porque me ha enseñado un sinfín de pequeños trucos cotidianos que le sirven para sobrevivir en la jungla social en que nos movemos. Así que, en caso de que se convirtiera en realidad ese fatalismo que aventura Saramago y que plasma en imágenes Meirelles... me siento un poco más preparado que la media para afrontar algo así, incluso, más que preparado... lo único que sé es que tendría alguien a quien recurrir para que me enseñase a moverme sin ver... a moverme, y a tantas otras cosas más...




Gràcies, amic, aquestes paraules van dedicades a tu... a tu que m´has ajuda´t a obrir els ulls, a gaudir de veres, de la sort que tinc de poder vore, gràcies, Fer.
Ademés, cabró, saps... que tu, d´altra forma, veus molt més enllà que jo i que molts altres que tenen el nervi óptic en perfecte estat.










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